Antes de leer

Esta página tiene como finalidad hacer promoción de la salud y prevención de la enfermedad, no va encaminada a hacer ningún diagnóstico ni a promover la automedicación. Si se tiene sospecha de padecer algun tipo de patología, a continuación descrita, acuda lo más pronto posible a su centro de atención primaria o a urgencias. Es muy importante, dependiendo de la afectación, el tratamiento médico inmediato, o la profiláxis en el caso del VIH.
Todo el mundo ha podido ser irresponsable en algún momento de su vida, quizá por desinformación, por confiar en alguien o por importarle todo un pepino. Si pacede usted alguna de las intrusiones víricas que llegan a cronificar, no se asuste, si se cuida y lleva un seguimiento médico puede llevar una vida normal.
No es un castigo de Dios, ni un castigo por su condición, ni nada por el estilo, simplemente es causa efecto de inmadurez, irresponsabilidad, desinformación, o un híbrido de las tres.
Recuerden que cualquier persona puede llevar consigo alguno de los compañeros que a continuación se describen, por lo que siempre hay que utilizar como primera barrera el preservativo y a poder ser un lubricante hidrosoluble.
Nada más, disfruten de sus relaciones sexuales, pero con cabeza.

Herpes simple

Aún sin poner en riesgo la vida, en persona inmunocomprometidas puede ser bastante severo.
Causa:
Actualmente se conocen dos clases de virus de herpes simple. Cuando las llagas en los labios y las ampollas causadas por la fiebre se presentan se deben al virus del herpes simple I. El virus del herpes simple II generalmente produce llagas en el área genital, asimismo puede manifestarse en labios y boca. Se transmite a través de contacto sexual con una persona con llagas genitales visibles.
Síntomas:
El virus del herpes simple II se manifiesta  mediante ampollas pequeñas  muy dolorosas que se pueden encontrar alrededor de la vagina, en el pene, alrededor del ano, los muslos y los glúteos. Estas ampollas pueden rebentarse y secarse formando costras.
Tratamiento:
No existe cura. La longevidad de los síntomas puede reducirse si se da tratamiento en la fase inicial del brote. Si no se inicia en la fase primaria, puede que el tratamiento no sea efectivo.

VIH (SIDA)

Diferencia entre infección por VIH y el SIDA:
Las siglas SIDA corresponden al Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida. El SIDA es el síndrome que se manifiesta por una infección avanzada por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), que provoca la destrucción de parte de nuestro sistema inmunitario dejando al huésped a merced de cualquier patógeno oportunista.
Una persona portadora del VIH no manifiesta el síndrome hasta años después del contagio, por lo que ser portador de VIH no es sinónimo de tener SIDA.
Transmisión:
Existen cuatro fluidos corporales que contienen una concentración suficiente de virus como para transmitirlo, son la sangre, el semen, las secreciones vaginales y la leche materna. Ello significa que el VIH puede transmitirse por tres vías: sexual, sanguínea y de madre a hijo/a.
Vía sexual: en las relaciones sexuales con penetración (anal, vaginal u oral) sin preservativo. La penetración anal es la práctica de mayor riesgo, seguida de la vaginal. La ausencia de eyaculación durante la penetración no garantiza que el virus no haya podido entrar en el organismo. Las relaciones sexuales orales tienen menor riesgo, sobretodo sin eyaculación.
Vía sanguínea: al compartir jeringas, agujas, otro material de inyección o cortante que haya estado en contacto con sangre infectada. Los instrumentos punzantes y cortantes no esterilizados para perforaciones en la piel como los utilizados en acupuntura, tatuajes, ‘’piercings’’, etc. supone también un riesgo.
Vía madre-hijo/a: cuando una mujer es seropositiva puede transmitir el virus durante el embarazo, el parto o la lactancia.
Síntomas:
No todo el mundo manifiesta todos  los síntomas que se mencionan a continuación, incluso puede llegar a no manifestarse ningún síntoma que nos alarme. Los síntomas pueden ser diarrea, fatiga, un pico de fiebre, candidiasis, dolor de cabeza, úlceras bucales, erupciones cutáneas de diversos tipos, dolor de garganta, inflamación de los ganglios linfáticos (en dos o más regiones ganglionares), etc.
Pruebas:
La prueba de ELISA es una prueba muy sensible que detecta anticuerpos que el cuerpo ha producido contra el VIH. El cuerpo puede tardar hasta 6 meses tras el contagio en producir un título de anticuerpos detectable en la prueba de ELISA. Si los exámenes ELISA son positivos se realiza otra prueba de confirmación llamada Western Blot en la cual se buscan proteínas del virus, confirmando así su diagnóstico.
Un conteo de linfocitos T-CD4 inferior a lo normal puede ser señal de que el virus está dañando el sistema inmunitario.
Tratamiento:
Siempre a consideración del médico y del paciente se realiza un tratamiento antirretroviral para frenar el avance del virus. Se han hecho estudios y el tratamiento resulta más eficaz si se realiza en la fase primaria de la enfermedad. Hoy en día no existe cura ni vacuna para el VIH.
Pronóstico:
Se ha conseguido, gracias a la medicación actual, que se considere a la infección por VIH como una afectación crónica.
Las personas infectadas con VIH desarrollarán Sida si  no reciben tratamiento. No obstante, hay personas que desarrollan el síndrome muy lentamente o nunca lo desarrollan.
Complicaciones:
Las complicaciones pueden ser muy diversas dependiendo de la persona, entre ellas se encuentran diferentes tipos de cánceres, como el linfoma de burkitt y el sarcoma de kaposi, trastornos psicológicos, predisposición a todo tipo de enfermedades oportunistas, pérdida de peso, etc.
Prevención del VIH:
Usando un preservativo (masculino o femenino) cuando se mantenga relaciones sexuales (anal, vaginal, oral) con personas infectadas o con personas de las que se desconoce si lo están. El preservativo impide la transmisión del VIH y de otras infecciones de transmisión sexual.
Conociendo el estado serológico de su pareja y el suyo.
Conociendo el riesgo de exposición de las distintas prácticas sexuales.
Utilizando material estéril.
Si está embarazada y tiene es portadora del VIH, hay tratamientos que reducen el riesgo de transmisión del virus a la descendencia, durante el embarazo y el parto. Una madre infectada no debe dar el pecho a su bebé.
Existe un tratamiento post-exposición al VIH que podemos realizar antes de la activación de la respuesta específica de nuestro sistema inmunitario, es decir antes de las 72 horas tras el contacto de riesgo. Todo centro de salud debe disponer de este tratamiento. Hoy en día es la única forma de frenar el virus por completo en su fase inicial.

Virus Papiloma Humano (VPH)

Virus del Papiloma Humano (VPH)
El VPH es un virus que se transmite a partir del contacto genital (vaginal o anal). Puede afectar  a los hombres en el pene y el ano  y a las mujeres en el cuello del útero, la vagina y el ano.
Causas:
Se transmite mediante mediante relaciones sexuales con penetración (anal, vaginal) sin preservativo. Puede permanecer inactivo durante un tiempo prolongado, una persona puede estar infectada con VPH genital aún después de años desde que tuvo contacto sexual.
Síntomas:
La mayoría de los hombres que tienen VPH no presentan ningún síntoma. Sin embargo, puede causar verrugas genitales. La verrugas genitales son una o múltiples que aparecen en el área genital. Aparecen alrededor del ano, en el pene, escroto, ingles o en los muslos. Incluso se pueden desarrollar verrugas alrededor del ano.  Las verrugas pueden aparecer semanas o m eses después del contacto sexual con la persona infectada. Una persona puede tener el tipo de VPH que causa verrugas genitales y no manifestarlas nunca.
Algunos tipos de VPH han sido asociados con el cáncer de ano y de pene en hombres. Estos cánceres son raros en hombres con sistemas inmunológicos competentes. Los tipos de VPH que originan las verrugas genitales no son los mismos que pueden provocar cáncer.
Pruebas:
No hay pruebas reconocidas para detectar VPH en hombres, no obstante existen algunas opciones para detectar el problema más común, las verrugas genitales.
No existen pruebas aprobadas para detectar evidencia temprana de cáncer relacionado con el VPH en hombres, no obstante el examen de Papanicolau anal se utiliza para encontrar células anormales en el ano (causadas por el VPH) que podrían convertirse en cáncer con el tiempo.
Tratamiento:
No existe tratamiento ni cura para el VPH. No obstante existen medidas para tratar condiciones asociadas con el VPH, como en el caso de las verrugas que se tratan con medicación, cirugía o crioterapia. Las verrugas pueden reaparecer, especialmente durante los primeros 3 meses después del tratamiento.
Las verrugas pueden desaparecer solas, por lo que hay personas que optan por no recibir tratamiento.
El VPH no es como otras infecciones de transmisión sexual, es un virus que vive en la piel no en el cuerpo, además puede desaparecer por sí solo.
Pronóstico:
Aunque puede dar complicaciones como se ha comentado anteriormente, como se ha comentado anteriormente también, el virus puede desaparecer por sí solo.
Prevención:
Usando un preservativo (masculino o femenino) cuando se mantenga relaciones sexuales (anal, vaginal) con personas infectadas o con personas de las que se desconoce si lo están, aunque en este caso no deben alarmarse, no es un virus inocuo pero normalmente no va más allá de las verrugas. El preservativo impide la transmisión del VPH y de otras infecciones de transmisión sexual.


Sífilis

¿Qué es la sífilis?
Causada por la bacteria Treponema pallidum, es una enfermedad de transmisión sexual (ETS).
Muchos de sus signos y síntomas son referentes de otras enfermedades por lo que no siempre es fácil distinguirla por su sintomatología.
¿Cómo se contrae la sífilis?
Se pasa de una persona a otra a través de contacto directo (sexual: vaginal, anal u oral) con una úlcera sifílica. Las úlceras aparecen principalmente en el lugar por el cual hemos adquirido la enfermedad; genitales externos, la vagina, el ano o el recto, asimismo pueden salir en los labios y en la boca.
Signos y síntomas:
Para muchas personas puede ser asintomática durante años, pero aún así están expuestas al riesgo de tener complicaciones en la fase avanzada si no se tratan. Durante la fase primaria o la secundaria de la enfermedad se puede transmitir la infección aunque las úlceras sifílíticas no se puedan reconocer. En consecuencia de esto, las personas que no saben que están infectadas pueden contagiar la enfermedad.
Fase primaria: Caracterizada normalmente por la aparición de una sola úlcera llamada chancro, aunque pueden salir más de una. El tiempo que transcurre entre la infección y la aparición del primer síntoma puede variar de 10 a 90 días. Generalmente, el chancro es firme, redondo, pequeño e indoloro. Aparece en el lugar por donde Treponema pallidum entró al organismo. El chancro dura de 3 a 6 semanas y desaparece sin ser tratado. No obstante, si no se administra el tratamiento adecuado la infección avanza a la fase secundaria.
Fase secundaria: Aparecen erupciones en la piel y lesiones en las membranas mucosas. Las erupciones por lo general no producen picazón y pueden aparecer cuando el chancro se está curando o varias semanas después de que se haya curado. Dicha erupción puede tomar aspecto de puntos rugosos, de color rojo o marrón rojizo tanto en la palma de las manos como en la planta de los pies. En otras regiones del cuerpo pueden aparecer erupciones de aspecto distinto, similares a las de otras enfermedades. Pueden presentarse otros síntomas durante la fase secundaria como fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos, dolor de garganta, caída del cabello en algunas áreas, dolor de cabeza, pérdida de peso, dolores musculares y fatiga. Los signos y síntomas desaparecen sin ser tratados pero si no se administra tratamiento la infección progresará a la fase latente y posiblemente a la última fase de la enfermedad.
Fase latente y terciaria: La fase latente empieza con la desaparición de los síntomas de las fases primaria y secundaria. La persona aún sin sintomatología sigue infectada. Esta fase puede durar años. En el15% de las personas que no reciben tratamiento, la enfermedad puede avanzar hasta las fases latente y terciaria, que pueden aparecer de 10 a 20 años después de adquirir la infección. En la fase avanzada la sífilis puede afectar a diversos órganos internos produciendo daños graves y causar la muerte. La sintomatología de la fase terciaria incluye dificultad para coordinar movimientos musculares, parálisis, ceguera gradual, demencia entre otros.
Diagnóstico:
El diagnóstico se realizara mediante la obtención de una muestra del chancro y su posterior observación al microscopio o, más habitualmente, mediante un análisis de sangre y la búsqueda de anticuerpos contra la bacteria
Tratamiento:
Si la persona ha tenido sífilis durante menos de  un año, la enfermedad se curará con una sola inyección de penicilina o, en el caso de alergia, se estudiará el tratamiento con otra familia de antibióticos. La sífilis no puede curarse con tratamientos caseros. El tratamiento eliminará la enfermedad pero no las secuelas que ésta haya dejado.
Las personas que estén tratándose contra la sífilis deben abstenerse de tener contactos sexuales con parejas nuevas hasta que no se hayan curado por completo. Las personas que tienen sífilis deben avisar inmediatamente a sus parejas para que se sometan a pruebas y reciban tratamiento si es necesario.
Prevención:
El hecho de haber tenido sífilis no inmuniza a la persona de volverla a padecer otra vez.
El uso de preservativo en la penetración y en la práctica del sexo oral es por ahora, aparte de la abstinencia, el único modo de prevención.
Antes de tener sexo  no seguro con una nueva pareja sexual es importante hacerse análisis de sangre. No obstante hay otras infecciones de transmisión sexual como por ejemplo una infección por VIH que puede tardar en dar positivo hasta 6 meses después del contacto de riesgo, por lo tanto el actuar de elección sería esperarse estos 6 meses  hasta tener relaciones sexuales no seguras con nuestra nueva pareja.

Hepatitis C (VHC)

Hepatitis C
Es una enfermedad viral que afecta al hígado.
Causas:
La infección de hepatitis C es causada por el virus de la hepatitis C (VHC). Los riesgos de contraer esta infección se citan a continuación:
Vía sexual: en las relaciones sexuales con penetración (anal, vaginal u oral) sin preservativo. La penetración anal es la práctica de mayor riesgo, seguida de la vaginal. La ausencia de eyaculación durante la penetración no garantiza que el virus no haya podido entrar en el organismo. Las relaciones sexuales orales tienen menor riesgo, sobretodo sin eyaculación.
Vía sanguínea: al compartir jeringas, agujas, otro material de inyección o cortante que haya estado en contacto con sangre infectada. Los instrumentos punzantes y cortantes no esterilizados para perforaciones en la piel como los utilizados en acupuntura, tatuajes, ‘’piercings’’, etc. Si recibieron una transfusión de sangre antes de julio de 1992 pueden haber estado expuestos al virus.
Síntomas:
La hepatitis C tiene una forma aguda y otra crónica. La mayoría de las personas que resultan infectadas con el virus contraen la hepatitis C crónica.
Suele ser asintomática aunque puede presentar algunos síntomas como dolor abdominal (en el cuadrante superior derecho del abdomen), hinchazón abdominal, sangrado del esófago o del estómago, orina oscura, fatiga, fiebre, picazón, manifestaciones cutáneas como ictericia o erupciones, inapetencia, náuseas, diarrea, heces claras, vómitos, etc.
Una infección por el virus C, suele predisponer relevantemente a la manifestación de cirrosis o cáncer hepático.
Pruebas:
Alteraciones en las enzimas hepáticas y otras proteínas plasmáticas evidencian una afectación hepática vírica de forma generalizada para todos los tipos de hepatitis víricas. Se deberán realizar pruebas complementarias como el Western Blot, para confirmar el tipo de hepatitis vírica.
Tratamiento:
Los objetivos del tratamiento del VHC son eliminar el virus de la sangre y reducir el riesgo de cirrosis y cáncer del hígado que pueden resultar de la infección prolongada con este virus.
La hepatitis C crónica se trata generalmente con la combinación de los medicamentos peginterferón y ribavirina, que combaten el virus de la hepatitis C. El peginterferón se administra mediante inyecciones semanales, mientras que la ribavirina se administra diariamente por vía oral. Los tratamientos tienen una duración de 24 a 48 semanas.
Puede ser necesario el trasplante de hígado si la hepatitis C crónica causa insuficiencia hepática. El tratamiento con fármacos generalmente continua debido a que el virus vuelve a atacar el hígado después de la cirugía.
Los fármacos utilizados en el tratamiento para hepatitis C manifiestan un amplio abanico de efectos secundarios entre los que se encuentran la anemia, síntomas pseudogripales entre otros.
Las personas con hepatitis C deben tener cuidado de no tomar vitaminas, suplementos nutricionales ni medicamentos nuevos de venta libre sin antes haberlo consultado con el médico.
Evitar cualquier tipo de sustancias que sean tóxicas para el hígado (hepatotóxicas), incluyendo el alcohol. El alcohol reduce la efectividad del tratamiento e incluso cantidades moderadas de éste aceleran la progresión de la hepatitis C.
Vacunarse contra la hepatitis A y B.
Actualmente no existe cura ni vacuna para el VHC.
Pronóstico:
La mayoría de personas infectadas por el virus C manifiestan su forma crónica.
Como se ha mencionado anteriormente las personas afectadas por hepatitis C pueden llegar a desarrollar cirrosis o cáncer hepático.
Prevención:
Usando un preservativo (masculino o femenino) cuando se mantenga relaciones sexuales (anal, vaginal, oral) con personas infectadas o con personas de las que se desconoce si lo están. El preservativo impide la transmisión del VHC y de otras infecciones de transmisión sexual.
Conociendo el estado serológico de su pareja y el suyo.
Conociendo el riesgo de exposición de las distintas prácticas sexuales.
Utilizando material estéril en el caso de que se vaya a hacer alguna incisión traumática con un objeto cortante.

Hepatitis B (VHB)

Hepatitis B:
Es la irritación e inflamación del hígado debido a una infección causada por el virus de la hepatitis B (VHB)
Causas:
Vía sexual: en las relaciones sexuales con penetración (anal, vaginal u oral) sin preservativo. La penetración anal es la práctica de mayor riesgo, seguida de la vaginal. La ausencia de eyaculación durante la penetración no garantiza que el virus no haya podido entrar en el organismo. Las relaciones sexuales orales tienen menor riesgo, sobretodo sin eyaculación.
Vía sanguínea: al compartir jeringas, agujas, otro material de inyección o cortante que haya estado en contacto con sangre infectada. Los instrumentos punzantes y cortantes no esterilizados para perforaciones en la piel como los utilizados en acupuntura, tatuajes, ‘’piercings’’, etc.
Síntomas:
La mayor parte del daño del virus de la hepatitis B ocurre debido a la forma que tiene el cuerpo al responder a la infección. No obstante puede llegar a ser asintomática.
La infección transcurre durante un corto periodo de tiempo si el cuerpo consigue combatirla, durando los síntomas de semanas a pocos meses. Algunas personas no son capaces de liberarse completamente del virus, llegando a producirse una hepatitis crónica.
Los síntomas iniciales pueden ser fatiga, inapetencia, fiebre, dolores musculares y articulares, náuseas, vómitos, ictericia entre otros.
Algunas personas pueden llegar a desarrollar cirrosis.
Pruebas:
Alteraciones en las enzimas hepáticas y otras proteínas plasmáticas evidencian una afectación hepática vírica de forma generalizada para todos los tipos de hepatitis víricas.
En el caso del VHB se realizarán pruebas serológicas en busca de antígenos de la membrana del virus.
Tratamiento:
La hepatitis aguda no necesita ningún tratamiento exceptuando el control mediante analítica de las funciones hepáticas.
En el caso de insuficiencia hepática se procedería a realizar un trasplante de hígado, esto se haría en el caso de una hepatitis crónica grave.
Los pacientes con hepatitis crónica deben evitar el alcohol y consultar siempre con el médico antes de tomar cualquier medicamento.
Existe vacuna eficaz para el VHB.

Pronóstico:
La enfermedad aguda generalmente desaparece después de 2-3 semanas y el hígado vuelve a la normalidad al cabo de 4-6 meses.
Menos del 5% de los adultos infectados con VHB desarrollan la enfermedad crónica.
La infección crónica aumenta el riesgo de daño hepático, incluyendo cirrosis y cáncer hepático.
Las personas que tienen hepatitis B crónica pueden transmitir  la infección, incluso si no tienen  ningún síntoma.
En el caso de una hepatitis fulminante, puede llevar a una insuficiencia hepática y posiblemente a la muerte del cliente.
Prevención:
Todos los niños deben recibir su primera dosis de la vacuna contra la hepatitis B al nacer y completar la serie de tres dosis a la edad de 6 meses.
Los bebés nacidos de madres que en el momento tengan hepatitis B aguda o hayan tenido la infección deben recibir vacunas especiales que incluyen la administración de inmunoglobulina contra la hepatitis B y vacunación contra la hepatitis B dentro de las 12 horas posteriores al nacimiento.
Usando un preservativo (masculino o femenino) cuando se mantenga relaciones sexuales (anal, vaginal, oral) con personas infectadas o con personas de las que se desconoce si lo están. El preservativo impide la transmisión del VHB y de otras infecciones de transmisión sexual.
Conociendo el estado serológico de su pareja y el suyo.
Conociendo el riesgo de exposición de las distintas prácticas sexuales.
Utilizando material estéril en el caso de que se vaya a hacer alguna incisión traumática con un objeto cortante.




Gonorrea

Es una enfermedad de transmisión sexual (ETS), causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae, puede crecer y multiplicarse rápidamente en la uretra, la boca, la garganta, los ojos y el ano (en el caso de los hombres).
¿Cómo se contrae?
Se transmite por contacto con el pene, la boca o el ano. No es necesario que haya una eyaculación para transmitir o contraer la gonorrea.
Las personas que la hayan tenido y hayan sido tratadas pueden infectarse de nuevo si tienen contacto sexual con una persona infectada.
Signos y síntomas:
Es probable no desarrollar síntomas, pero cuando aparecen los harán entre 1 y 14 días después de contraer la infección. Entre los signos y síntomas se encuentran la sensación de ardor al ordinar y una secreción purulenta. En ocasiones a los hombres con gonorrea les duelen los testículos o se inflaman.
Los síntomas de infección rectal incluyen secreción purulenta, picazón, ardor, sangrado y dolor al hacer deposiciones, puede no obstante ser asintomático.
Las infecciones de garganta por lo general no presentan ningún síntoma pero puede llegar a causar meningitis.
Al complicarse la gonorrea puede provocar epididimitis, que si no se trata puede provocar infertilidad.
La gonorrea puede propagarse a la sangre y a las articulaciones siendo así potencialmente mortal. Asimismo las personas con gonorrea pueden infectarse más fácilmente por VIH y trasmitir a éste con mayor facilidad.
Diagnóstico:
El diagnóstico se hará mediante una el análisis de una muestra de la zona afectada o mediante una muestra de orina si la afectación está en la uretra.
Tratamiento:
Tratamiento antibiótico, seguido a rajatabla para evitar que la bacteria adquiera resistencias.
No obstante hay que hacerse pruebas de las demás ETS.

Prevención:
El hecho de haber tenido gonorrea no inmuniza a la persona de volverla a padecer otra vez.
El uso de preservativo en la penetración y en la práctica del sexo oral es por ahora, aparte de la abstinencia, el único modo de prevención.
Antes de tener sexo  no seguro con una nueva pareja sexual es importante hacerse análisis de sangre. No obstante hay otras infecciones de transmisión sexual como por ejemplo una infección por VIH que puede tardar en dar positivo hasta 6 meses después del contacto de riesgo, por lo tanto el actuar de elección sería esperarse estos 6 meses  hasta tener relaciones sexuales no seguras con nuestra nueva pareja.

Clamidia

Clamidia:
La infección por clamidia es causada por la bacteria Chlamydia trachomatis.
Causas:
Clamidia se transmite durante el contacto sexual  (principalmente anal o vaginal) con una persona infectada.
Síntomas:
Puede ser asintomática aunque en varones puede salir una secreción del pene, ardor cuando orina y dolor en los testículos e hinchazón de éstos. Si no se trata puede llegar a causar infertilidad.
Pruebas:
Hay un  gran variedad de pruebas diagnósticas, dependiendo para cual será necesaria una muestra  serológica, de orina o de la flora uretral.
Tratamiento:
Se cura fácilmente con antibióticos. Es importante que las dos personas reciban tratamiento para prevenir el regreso de la infección. Para reducir las posibilidades de infectarse de nuevo o transmitirla a otra persona, es mejor no tener relaciones sexuales mientras se recibe tratamiento.
Prevención:
El hecho de haber tenido clamidia no inmuniza a la persona de volverla a padecer otra vez.
El uso de preservativo en la penetración y en la práctica del sexo oral es por ahora, aparte de la abstinencia, el único modo de prevención.
Antes de tener sexo  no seguro con una nueva pareja sexual es importante hacerse análisis de sangre. No obstante hay otras infecciones de transmisión sexual como por ejemplo una infección por VIH que puede tardar en dar positivo hasta 6 meses después del contacto de riesgo, por lo tanto el actuar de elección sería esperarse estos 6 meses  hasta tener relaciones sexuales no seguras con nuestra nueva pareja.